SALUDO AL AMANECER #27: Tienes derecho a estar aquí | No más sentirse como un impostor en tu propia historia y propósito
Reflexiones de madrugada y descargas para el nuevo día con Solarah
Mensaje atemporal
Escrito el Miércoles 5 de Junio de 2024
Gracias por estar aquí hoy y una muy cálida bienvenida a mis nuevos lectores y suscriptores. Estoy muy feliz de tenerte aquí.
Estoy impresionada de que mis palabras signifiquen algo para ti y espero poder hacer brillar esa pequeña resonancia de luz en tu día cuando más lo necesitas. Gracias por ayudarme a vivir y florecer en mi propósito: significa todo para mí y mis dos hermosos hijos.
Gracias por todo tu amor y apoyo. Espero que disfrutes del “Saludo al Amanecer” de hoy.
Cada vez que entramos en un nuevo estado del ser tenemos que hacer ajustes, de la misma manera que tendríamos que adaptarnos al comenzar un nuevo trabajo, mudarnos a una nueva casa o en los primeros días de una sociedad. Tenemos que aprender a manejarnos, conocer nuevos ritmos y orientarnos en medio de algo totalmente desconocido.
Algunos seres aman este momento en el que todo es nuevo. Se lanzan, con ambos pies, disfrutando de la espontaneidad y la posibilidad que tienen en estos estados iniciales en los que todo es nuevo y aún hay mucho por descubrir.
Cielos despejados mientras me levanto para escribir….
Otros entran en estas situaciones con temor. Puede que les resulte difícil adaptarse al cambio o pueden ser más cautelosos e introvertidos. La perspectiva de que todo cambie en su realidad, incluso hacia lo que han estado deseando, resulta desafiante y requiere de un verdadero esfuerzo de su parte para adaptarse.
En algunos casos, las nuevas circunstancias en las que te encuentras abren la puerta a experimentar ciertas hostilidades por parte de los demás. Tal vez se sientan territoriales e inseguros y por eso necesitan intentar controlar la forma en que te presentas y maniobras en tu vida. Tal vez hayan tenido malas experiencias en el pasado cuando alguien o algo nuevo alteró su sensación de estancamiento y comodidad.
De cualquier manera, tú eliges si afirmar tu presencia en ese espacio o si te permites a ti mismo y a los demás adaptarse a esta nueva forma de ser… dependerá del grado de bienvenida u hostilidad que otros proyecten hacia ti.
Hoy parece un día en el que se nos muestra cómo ocupar espacio en una situación o dinámica porque tenemos derecho a estar donde estamos. Esta es una energía colectiva que también está ocurriendo a medida que el viejo mundo continúa desvaneciéndose, y muchos de los que fueron dejados de lado y se les asignaron papeles de personajes secundarios en sus propios guiones, están surgiendo y retomando los papeles protagónicos en sus vidas.
Este cambio en la lista de personajes causa agitación, tanto de manera obvia como sutil. Los actores del viejo mundo han amasado fortunas e imperios, construidos sobre la suposición de que “las masas son asnos”, y nos han obligado a desempeñar ciertos papeles -de acuerdo con su argumento- para ellos poder beneficiarse fácilmente de nuestro dolor e ignorancia.
Ahora que un nuevo orden continúa superando su jodido y descarado juego, estos jugadores del viejo mundo están siendo obligados a mantenerse al margen. Atrás quedaron los días en los que podían traumatizarnos, manipularnos, mantenernos encerrados en estados vergonzosos y luego hacer que busquemos en ellos nuestras soluciones mientras construyen sus torres... usando nuestra sangre, sudor, lágrimas y traumas como materiales de construcción.
Vengo de una familia en la que, de tres hijos, yo era el principal chivo expiatorio. Mis padres son lo que muchos podrían llamar hoy narcisistas, aunque es difícil obtener o asignar un diagnóstico exacto para dos personas que creen que están por encima de todas y cada una de las intervenciones de salud mental.
Yo, por otro lado, he estado buscando ayuda desde la infancia -después de haberme creído la mentira arraigada en mí por mi madre abiertamente narcisista, fertilizada por mi padre encubiertamente narcisista y circulada a través de la dinámica familiar tóxica establecida- de que algo estaba inherentemente mal en mi vida ... en mí específicamente... nadie más, y definitivamente no en ellos (inserte un bostezo prolongado y sarcástico).
En el puesto asignado que tenía en mi familia, no se me permitía tener éxito. Cualquier intento que hice para salir de mi papel dedicado de ser el contenedor de la vergüenza tóxica que nadie más quería abordar, fue recibido con hostilidad instantánea o intentos de sabotear mi crecimiento.
Si no estaba tremendamente avergonzado de mi existencia y no tomaba decisiones que honraran esta narrativa, era un problema. Además, para asegurarme de permanecer en esa posición de vivir pequeña y avergonzada, mis errores fueron agravados, magnificados y objeto de burla, mientras que cualquier progreso o éxito que logré fue ignorado, menospreciado, examinado en busca de errores o derribado.
Como tal, he tenido que aprender a recuperar mi derecho a ser quien soy y también acostumbrarme a creer que tengo derecho a ser grande. Y cada vez que traspaso otro techo, erigido para mantenerme atrapado en los ciclos inferiores a los que necesitaban que me adhiriera, para poder ignorar las verdaderas profundidades de su propia vergüenza y autorrechazo: me encuentro con hostilidad familiar, intentos de sabotear mi elevación e ignorar mis logros.
Entonces, lucho aún más duro para mantener mi postura... porque tengo derecho a ser, y tengo derecho a ser genial. Y cuanto más me aferro a esta verdad y rechazo sus mentiras y la necesidad de manipular mi historia, más alto me elevo y más arraigada me siento nuevamente en mí misma y en mi cuerpo.
Cuanto más me niego a retroceder hacia mi rincón designado, menos carajos me importa cómo me proyectan, manipulan y perciben. Ya no tengo nada que demostrarles y tengo décadas de restitución que me debo a mí misma.
Si bien mis circunstancias físicas hacen que sea difícil alejarme por completo e implementar plenamente el “contacto cero”, mis estados espirituales, mentales y emocionales se vuelven cada vez más claros en cuanto a sus intentos de manipularme. Ahora es sólo cuestión de tiempo antes de que su existencia en mi realidad no sea más que un recuerdo, archivado en un gabinete de cuentos con moraleja, que sólo visito para obtener un pedazo de sabiduría integrada.
Entonces, debes saber que a medida que asciendes a un nuevo estado de ser, también puede haber pensamientos, sentimientos y seres que quieren que sientas que no tienes derecho a estar allí. Estas son esas energías que vienen a agobiarte y hacerte sentir avergonzado y como si fueras un impostor en tu propia vida y propósito.
En cada momento - a medida que te vayas adaptando - dependerá de ti decidir que tienes derecho a estar allí y tomar medidas que respalden esta verdad.
Ya no habrá más inclinaciones ante seres y situaciones que nos exigen “jugar a ser pequeño” y avergonzarnos de quiénes somos a cambio de una aceptación falsa.
El mundo está lleno de miles de millones de personas, cada una con su propia perspectiva única, basada en sus propias experiencias y lecciones de vida. Tu capacidad para encontrar a aquellos que sean geniunamente compatibles con el florecimiento de tu grandeza siempre dependerá de que conozcas y encarnes primero tu propia belleza y verdad.
Entonces, cada vez que alcances un estado superior del ser, mantén esa postura y reconoce tu derecho a estar allí. Se dueño de tu derecho a ser grande y a merecer hermosas experiencias. Ya no te conformes con ser un espectador o un visitante en tu propia vida.
Tienes derecho a ser tú. Tienes derecho a ser amado como tú. Y tienes derecho a estar aquí.
Deseándote un día… y existencia dorada.
Solarah Escribe 💙💫
12 Copas Traduce 🍷💝
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